Y para celebrarlo que mejor que acompañarlo de una tarta veraniega y de una fruta de temporada.
Además, como no iba a hacer esta tarta... si me viene mi Aita (aficionado a las películas del Oeste) con una cesta de cerezas y me dice, Jugatx a ver cuando haces una tarta de cerezas, de esas como las de las películas del Oeste, que siempre se la llevan en una cesta de mimbre a la vecina, porque tienen una pinta...
Y yo, como hija y aficionada a la repostería, no iba a negarme a tal petición. ¡¡IMPOSIBLE!! Así que, poco tardé en coger el ordenador y ponerme a mirar recetas como loca, buscando aquella que más me convenciera, y, como casi siempre, mezclando finalmente varias recetas, intentando conseguir la perfecta. (Me he basado en la receta del blog Cocinando...un abril encantado haciendo algunas modificaciones)
Yo no sé si habrá recetas mejores, pero con lo que ha gustado esta tarta (que no duró ni un día), no pienso seguir investigando, me quedo con ella.
Y no me entretengo más, aquí os dejo la receta.
Dificultad: Media Duración: 3 horas
Ingredientes:
Para el relleno
- 750 gr de cerezas deshuesadas
- 225 gr de azúcar
- 25 gr de harina de maíz
- 1/2 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 cucharadas (soperas) de mantequilla en dados
Para la masa quebrada
- 275 gr de harina
- 1 cucharada (sopera) de azúcar
- 1 cucharadita (de café) de sal
- 225 gr de mantequilla fría cortada en dados
- 60 ml de agua fría
- 1 huevo para pintar la masa al final
Elaboración
El día previo a realizar la tarta, vamos a colocar las cerezas deshuesadas en una fuente o bol, junto con el azúcar y el extracto de vainilla. Y las dejaremos macerando toda una noche.
Al día siguiente lo primero que vamos a hacer es la masa quebrada. Para ello, vamos a mezclar en un bol la harina, el azúcar y la sal.
A continuación, añadimos la mantequilla. En este paso la masa se quedará sin unir, como si fueran migas o similar.
Una vez incorporada la mantequilla, vamos a comenzar a añadir el agua. Para evitar pasarnos con el agua, vamos a añadirla a cucharadas. Añadimos una cucharada de agua y amasamos, añadimos otra y amasamos, así hasta lograr hacer una bola con la masa. Yo necesité los 60 ml de agua, pero como esto siempre depende del tipo de harina que usemos, os aconsejo que la añadáis como os he explicado.
Una vez que hemos terminado con la masa, la envolvemos en film transparente y la dejamos reposar 1 hora en la nevera.
Mientras esperamos que la masa repose esa horita, vamos a añadirle a las cerezas la harina de maíz, mezclamos y lo dejamos reposar.
Cuando haya pasado la hora, sacamos la masa de la nevera y la partimos por la mitad.
Espolvoreamos la encimera con un poco de harina y estiramos una de las mitades de la masa. Enrollamos la masa en el rodillo y con cuidado la colocamos sobre un molde previamente engrasado.
Una vez que hemos puesto la base de nuestra tarta, con una cuchara vamos vertiendo las cerezas sobre la misma. El jugo que haya quedado, como probablemente haya quedado bastante, no lo verteremos, ese jugo lo tiramos. También vamos a repartir la mantequilla del relleno entre las cerezas.
Finalmente estiramos la otra mitad de la masa y la cortamos en tiras. Cogeremos las tiras y las iremos cruzando entre sí sobre las cerezas, colocando unas en horizontal y otras en vertical para lograr ese dibujo como el de una cesta de mimbre.
Finalmente pintamos la superficie de la masa quebrada con un huevo batido y horneamos a 180ºC durante 45 minutos. El horno, como siempre, deberá estar precalentado.
Una vez hecha nuestra tarta, la sacamos del horno dejamos que se enfríe un poco para poder desmoldarla y... a disfrutar!!!!
Esta tarta se puede comer tanto caliente como fría y hay quien la acompaña de una bola de helado.
Yo la comí fría y por el momento se ha convertido en LA TARTA, no he probado una igual. Es jugosa, con un sabor impresionante.... RIQUÍSIMA de verdad!!
Espero que disfrutéis de la receta tanto como yo.
Muchas gracias por leerme.
Eskerrik asko!! Muxu handi bat!!
hola!!! madre mia pero que bonita te ha quedado, ya te la vi la imágen antes de pasarme por aquí y esta de cine, Me ha gustado lo que cuentas del Oeste, jeje, la cestita de mimbre, aiiii con la tarta dentro, me encanta! muxus
ResponderEliminarSilvia
ejjeej mi aita, que me vino contando eso para que le haría la tarta y como para no hacérsela!! Y la verdad que pensaba que igual tanta cereza se haría pesada, pero para nada, le da una jugosidad y un sabor... Se ve que estos del Oeste entendían de tartas :)
EliminarUn muxu!!
Hola guapa! He estado un rato dando vueltas por tu blog y también me ha encantado! Tienes buenas recetas y se te da muy bien! Esta tarta en particular me encanta, cuando la fruta queda blandita y cocinada es tan jugosa que da gusto. Seguiré tu blog y tampoco me las perderé! Un besito!;)
ResponderEliminarMuchas gracias Mireia! A mí me encantan este tipo de tartas porque a parte de jugosas quedan con un sabor estupendo por las frutas.
EliminarMe alegro de que te quedes por aquí!
Un beso!