Esta semana os traigo una receta que ha necesitado su tiempo.
A finales del verano me fui a Bruselas y me propuse dos cosas. Por una parte, conseguir comer un buen, auténtico gofre Belga. Y, por otra parte, a mí vuelta del viaje, probar recetas hasta encontrar la auténtica.
La verdad es que encontrar un buen gofre en Bruselas, fue más complicado de lo que esperaba. Probé en todos los sitios recomendados (y algunos cuantos más jajajaja) y tuve mis sorpresas para bien y mal.
En cuanto a la Maison Dandoy, pues sí, muy conocida gofrería desde 1829, un establecimiento cuidado, la presentación perfecta, peeeero probé los dos tipos de masa de gofre que tienen y ni uno ni otro. No me gustó nada la masa y os podéis hacer una idea del precio... carísimos para lo que eran.
Si os dejáis caer por esta ciudad, mi recomendación sin duda es para Le Funambule. Hay un par de locales en la ciudad, son pequeños, para coger y llevar, pero estaban buenísimos!!!! Además, tienes muchísima variedad. Más abajo os dejaré fotos para que comparéis, pero ahora vamos con la receta.
